Te prometí que volvería, Jordi. Tú te quedaste aquí y me dejaste volar... tan lejos que creí haber perdido el camino. Pero tus huellas son demasiado profundas para no reconocerlas, para que no quede rastro alguno en mí... No me ha importado el caos reinante en la ciudad, el incesante y agotador calor, el ruido de los coches que, como arañas, salen de todas partes... Todo pasó a un segundo plano cuando llegué a las puertas de la Fundación. Me guiaron hasta la gran sala Azul. Se respiraba tu alma en cada uno de aquellos objetos, en cada una de aquellas estanterías donde se almacenaba tanto saber... pero todo se quedaba pequeño ante lo que sentía en ese momento. Me sentí tan pequeña que tuve ganas de llorar pero me contuve a duras penas. Escuché atentamente todo cuanto el señor Faruq me dijo pero, te aseguro que no pude prestar toda la atención que era precisa. Mi mente estaba volando demasiado lejos, perdida entre las arenas del desierto, entre sus tormentas, entre las pinceladas cautas y esos nervios que como mariposas hambrientas bailaban en el estómago. Me inundó la nostalgia pero, también, la felicidad.
Antes de abrir la caja, respiré hondo y pedí quedarme a solas: a solas contigo y nuestra pasión. Tus lápices, tus gafas de no ver, tus navajas, tu vieja Werlisa que tan buenos momentos recogió..., tus libretas tan bien cuidada, tus dibujos... Tus secretos. Y entre ellos, los míos. Ese amor desmedido que nos hizo cruzar el mundo de punta a punta y dejarnos media vida en sus caminos, hundirnos en las entrañas de la tierra y elevarnos sobre la satisfacción de desenvolver sus ecos.
En mis manos queda parte de tu alma, Jordi. Me nombras heredera de tu presencia y de tu ausencia. A pesar de ello, volaré contigo hasta el infinito de mis días.
|
Hilda Petrie, arqueóloga. |
Este texto corresponde a la convocatoria de esta semana promovida
por Moni desde su blog "Neogeminis", donde una
imagen debe dar origen a una historia.
Parece el prólogo de toda una maravillosa historia, anterior y posterior, nos dejas con ganas de conocer a los protagonistas, sus vidas, sus hechos... Y sus misterios...
ResponderEliminarEnhorabuena.
Muchísimas gracias, Tristán. A veces, unas pocas palabras pueden inundar la mente, recreándonos en una larga y placentera historia con mis atisbos.
EliminarUn beso.
Sencillamente, precioso. Magníficamente relatado; poético y envolvente… Una historia apasionante, sin ninguna duda.
ResponderEliminarTengo a una arqueóloga en mi familia. Esto me hace tener más sensibilidad por estos temas.
Un abrazo enorme, y muy feliz tarde, mi querida Mag 💙
¡Mira! Que casualidad lo de la arqueología. Pienso que es una de esas carreras vocacionales. No sé si la estudiaría pero hay tantos campos abiertos dentro de ella. Es como la ciencia forense, hay que tener avocación pero qué interesante y enriquecedora es.
EliminarUn beso enorme y mil gracias :-) Buen fin de semana.
Qué texto tan emotivo, Mag *__* Me pareció genial la forma que tuvo la protagonista de encontrar a su amado en todos los pedacitos de su vida que había guardados en la caja. ¡Así es cómo se consigue la inmortalidad!
ResponderEliminarUn besazo, preciosa.
Es rememorar toda una vida en un instante. Dicen que los objetos guardan nuestra energía. Él, pese a no estar, sigue vivo ahí y en ella que es tan importante o más porque a raíz de ese amor y admiración que siente por él, y que debieron ser más que correspondidos, él va a seguir más vivo todavía.
EliminarUn beso enorme y gracias infinitas.
Estupenda manera de no despedir a un ser amado con quien se ha cruzado en mundo en busca de misterios y secretos que se se acaban compartiendo, incluso entre sábanas. La caja guarda los fragmentos de una vida en común. Precioso
ResponderEliminarMuy buen estilo. Un abrazo
Amor por el otro y amor por su profesión que se convirtió en puntal de su relación. Y como ella, donde los secretos de la historia se desvelan por siempre, su amor puede ser así de infinito.
EliminarMil gracias, Albada. Un beso.
El poder que tienen los objetos para retener el tiempo es increíble, como los olores, tienen la capacidad de hurgar en el cerebro primitivo y despertar emociones que creíamos apagadas y que resurgen trayendo el pasado convirtiéndolo de nuevo en presente.
ResponderEliminarEl comienzo hermoso de una historia en la que apetece sumergirse.
Un abrazo Mag.
Podría ser una bonita historia, es cierto. Nunca se sabe a dónde nos llevan los sentimientos... y las letras.
EliminarMil gracias por acercarte y un beso.
Feliz finde.
Me he imaginado una novela... una película y todo un mundo de sensaciones. Qué bonito lo has hecho y presentado, Mag.
ResponderEliminarUn deleite leerte siempre.
Mil besitos que te lleguen y muy feliz tarde ♥
PD. Mi primera y única cámara de fotos también fue una werlissa.
Auro, yo todavía tengo esa Werlissa de funda marrón y hace unas fotos magníficas, te lo aseguro. Tengo tantas ideas para novelas que luego no escribiré ninguna pero bueno, así a pinceladas ya vamos dando pasos.
EliminarMil gracias.
Muchos besos y un abrazo inmenso.
Me ha dado la impresión de estar leyendo una acontecimiento donde dos personas se amaron y una de ellas descubre esos objetos que una vez compartieron ..desde luego puede seguir la historia de los personajes y llevarnos a las aventuras más inimaginables ..
ResponderEliminarUn buen relato amiga .
brazos y feliz velada.
Yo me hago a la idea de que compartieron vida profesional y a través de ella descubrieron el amor. Tal vez tuvieron que abandonar por la edad, que ella por algo tuvo que irse y él quedó como una promesa de hasta el fin de sus días. Ahora, su amor por el otro, ha hecho que ella cumpla la suya y, en cierto modo, haya regresado para que todo aquello perdure en nombre de ese amor.
EliminarUn beso enorme y agradecida siempre.
En los recuerdos está la memoria y la presencia, esa caja es un tesoro para quien ama a su propietario. Ahora imagino y sueño porque me gusta terminar las historias. Un abrazo y mis felicitaciones por tan estupendo relato
ResponderEliminarEn la caja me imagino que está todo un legado de trabajo, aquello más personal, aquello que solo puede ser para ella mientras todo lo demás, todo lo que hay en la sala Azul es para el conocimiento de todo el mundo.
EliminarSeguro que tiene un final bonito lo que imaginas.
Un beso muy grande.
Es la propiedad de aquello objetos que se impregnan del sentimiento de los momentos, nos llevan a recordar y se vuelven una parte de la vida. Muy bonito relato.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda.
Mil gracias, Mi Estimado Dulce.
EliminarEs la magia del recuerdo, del amor que se siente, que perdura como esos objetos que rememoran no solo sentimientos sino todo un saber.
Un beso enorme.
Hoal Mag,
ResponderEliminarUn relato precioso que te inunda de un amplio abanico de emociones. Es un momento doloroso para ella, pero a la vez muy significativo. Muy bien empleados los elementos del collage en la ambientación de tu magnífica historia romántica.
Un abrazo!
Yo creo que más que dolor hay admiración y una sonrisa que habla de futuro, como que en su corazón él late tan fuerte que tiene la decisión de que así sea, de retomar, en cierto modo, todo lo que construyeron juntos, todo el conocimiento que han de conocer generaciones futuras.
EliminarUn beso enorme y mil gracias, Yessy.
Preciosa historia, Mag, conmovedora, me alegra que uno de mis collage haya logrado inspirar algo tan emotivo. te agradezco por sumarte, Mag y me disculpo por haber errado con tu enlace, entre tantos, suele pasar.
ResponderEliminar=)
Un abrazo
Nada de lo que disculparse, Moni. Son cosas que pasan pero si no me lo dices no lo sé porque tampoco me he dado cuenta. He empezado a leer a los compañeros y yo no compruebo el mío :-) Así que tranquila.
EliminarYa ha aparecido tu comentario, es que lo tengo con moderación y hasta que no les doy paso pues no están :-9
Gracias a ti por la idea y el trabajo llevado a cabo.
Una maravillosa y romántica historia de amor encerrada en una caja que al abrirse expande el amor que hay en ella y que todo lo envuelve.
ResponderEliminarUn mundo lleno de emociones y sensaciones que se abren mucho más allá de aquella caja. Se abre hasta el alma.
EliminarUn beso muy grande y muchísimas gracias.
Que historias más bonitas guardan sencillos objetos de trabajo. A veces toda una vida.
ResponderEliminarBss.
Toda una vida, Mar, toda una vida.
EliminarUn beso muy grande. Mil gracias por acercarte.
Pues si, los objetos contienen la esencia de la persona, y cuando se observan nos trasportan a otros momentos de nuestra vida, son recuerdos.
ResponderEliminarEs un infinito de emoción, un revivir un momento de su historia.
EliminarMil gracias por pasarte y dejarme tu tiempo reflejado en palabras.
Un beso.
Vivieron la vida como si de una aventura se tratara, asi es dificil olvidar, supongo que ella lo lleva en todos sus sentidos. Una historia preciosa y muy bien narrada, besos.
ResponderEliminarLa aventura de vivir, ¿has aventura más maravillosa e intensa que esa?
EliminarMuchísimas gracias por tus palabras.
Un beso enorme.
Una historia de amor mezclada con viajes por el mundo y por lo que la foto muestra, con la arqueología. Suele ser la ciencia compatible con las pasiones amorosas.
ResponderEliminarCoincido en que tu relato despierta la imaginación y deja con intrigas.
Besos.
Hola, Demi. ¡Qué bien volverte a ver! Ya te dije :-)
ResponderEliminarEl amor es amor, sea por la profesión, por alguien o por algo...
Todo lo que es desierto tiene un halo que engancha.... A mí, al menos.
Un beso y mil gracias.
Bueno, bueno. Qué maravilla de relato, por favor!
ResponderEliminarme encanta el clima creado por el texto. Uno se imagina el receptor.
Maravilloso.
Besos
Me alegra que te haya gustado :-9 Me satisface que así lo veas.
EliminarMuchísimas gracias y un beso enorme.