El perfume a ámbar lo embriagó por completo y sabía que había perdido la partida antes de empezarla, que su destino estaba trazado cuando ella tiró los dados y al chocar estos entre sí, mostraron un doble seis. ¿Qué probabilidades tenía de que obtuviera ese resultado? Una entre treinta y seis. Ni una más ni una menos. Tal vez por ser el menos posible, se la jugó… y perdió… el sentido en brazos de aquella hembra que lo cabalgó como a un dócil corcel, amarrado de los cuatro extremos, crucificado en deseo y en lujuria, a la voluntad de la que él llamaba "imposible". Porque como ella le dijo: "Si vas a jugar debes estar dispuesto a perder pero, también a saber ganar."
En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.
4 de enero de 2019
Doble seis...
El perfume a ámbar lo embriagó por completo y sabía que había perdido la partida antes de empezarla, que su destino estaba trazado cuando ella tiró los dados y al chocar estos entre sí, mostraron un doble seis. ¿Qué probabilidades tenía de que obtuviera ese resultado? Una entre treinta y seis. Ni una más ni una menos. Tal vez por ser el menos posible, se la jugó… y perdió… el sentido en brazos de aquella hembra que lo cabalgó como a un dócil corcel, amarrado de los cuatro extremos, crucificado en deseo y en lujuria, a la voluntad de la que él llamaba "imposible". Porque como ella le dijo: "Si vas a jugar debes estar dispuesto a perder pero, también a saber ganar."
¡Me ha encantado, Mag! Ese doble 6... uf, como bien dices al final, hay que saber perder y saber ganar.
ResponderEliminarAunque me encantan los juegos y los números, no me da tiempo a participar, pero estoy encantada de leeros.
Un besazo, espero que hayas empezado genial el año
Como siempre me dejo llevar por la sensualidad que regalan las palabras y los giros presentes y sentidos de tus relatos. Bonito final con el aforismo sobre el juego. Olé. Un beso y que el 2019 nos permita seguir haciendo un alto en nuestros caminos para continuar conociéndonos cada vez un poquito más.
ResponderEliminarEncantador doble seis. Los dados no saben de amor, ni de pieles, ni de miradas, siguen el azar de su propio impulso.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año nuevo
Con esa sensualidad que despliega esa mujer, tal vez perder tenga sus ventajas.
ResponderEliminarTu versión del pecado es tan tentadora que incluso llega a las vestales, en la antigua Roma solían ser celibes. Pero Afrodita es poderosa en tus dominios.
Besos.
Doble sensualidad, doble juego, ganar-peder, doble faz de un relato interesante e intenso. Hábil escritora para llevar la propuesta a tu plano, el de la pasión que brinca como el fuego, de ella a él, de él a ella. Un fuerte abrazo, que agradece tu relato y tu participación en este jueves. Besos
ResponderEliminarUn juego sensual donde los dados marcan la partida y esta vez la lujuria estaba servida un doble seis número diabólico deseo , sexo y ....
ResponderEliminarUn buen texto .
Mi abrazo no es lujurioso pero es cariñoso muakkk.
ResponderEliminarGenial relato, lo importante es saber perder, total al final, no le fue tan mal.
Abrazo!
Jugar tiene muchos alicientes pero no olvidemos que la intención es ganar, pero a veces el destino se empeña en no dejar que ganemos. Un abrazo grandote
ResponderEliminarCreo que ganar no hubiera tenido mejor final... ;)
ResponderEliminarBss.
Saber ganar es tan importante como saber perder... tú me has ganado con tu relato, Mag. Un deleite leerte.
ResponderEliminarMil besitos para tu Noche de Reyes ♥
Sensual y atrayente tu relato que en el fondo lleva una moraleja: no siempre que se gana se pierde. Besos.
ResponderEliminarPar de seis, insuperable en los dados como insuperable es el placer de esa victoria cobrada in situ, aunque el perdedor en este caso no puede quejarse. Una cabalgata más, será por Reyes? :)
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Maga y feliz noche de Reyes.
Leyendo tus letras, lo primero que pienso es aquello de que "lo importante no es ganar o perder, sino jugar"... algo a lo que nunca he creído pero... desde hoy podría hacer alguna excepción...
ResponderEliminarBesissssssssssssssssss en la distancia, que es sólo física.
Perder o ganr da igual, lo importante es disfrutar y este creo que lo hizo. Un buen relato. Un beso
ResponderEliminarMe encanta esa manera tuya de meternos en los relatos a traves, normalmente, de un desnudo, o de la manera en la que se producen los preámbulos de esas "batallas sexuales" que propones en tus relatos. Muy bueno y sensual como siempre
ResponderEliminarEstos días son un poco locos. Ganas tengo de centrarme un poco por eso voy con retraso al comentaros y más al responderos, ya que suelo dejar lo último para mí, pero agradezco infinitamente todos vuestros comentarios ya que hoy, día de Reyes, los recibo como un bello regalo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos, todas, por estarme.
Besos enormes.